Calificar para un seguro de vida: más fácil de lo que piensas

Conseguir un seguro de vida en Estados Unidos es más sencillo de lo que muchas personas piensan. Si crees que te conviene tener un seguro de vida, pero temes no conseguirlo por culpa del proceso de calificación, debes saber que seguramente te equivocas.

En realidad, la gran mayoría de las personas que lo solicitan consiguen un seguro de vida. Por eso, no debes ser pesimista: el proceso es mucho más sencillo de lo que piensas. En este artículo te explicamos cómo lograr un seguro de vida de forma fácil, sin sufrir una calificación complicada. Sigue leyendo y evita los problemas para conseguir una buena póliza.

Calificar para un seguro de vida: más fácil de lo que piensas
Calificación para un seguro de vida

Calificar para un seguro de vida es más fácil de lo que se piensa: Qué vas a encontrar en este artículo

El proceso de calificación: obstáculos en el camino

Para muchas personas que quieren contratar un seguro de vida, la calificación –‘qualyfing’, en inglés- es un proceso que asusta. Para la mayoría de la gente, este paso obligatorio es un problema, porque supone una barrera que, en su opinión, no van a poder saltar.

Sin embargo, esto no tiene por qué ser así. Lo cierto es que aproximadamente el 95 por ciento de las personas que tratan de comprar un seguro de vida lo consigue, con lo que son muy pocas las que acaban sin una póliza. En estos pocos casos estamos ante lo que la industria del seguro denomina inasegurable. Pero que te hayan dicho que lo eres no significa realmente que lo seas: hay muchas formas de conseguir un seguro de vida si eres inasegurable.

Pero lo más normal es que no seas incalificable y haya un seguro de vida esperándote. Aun así, la calificación te puede suponer algún problema.

Este proceso tan temido no siempre es igual y, en general, resulta más fácil de lo que puedas pensar. Solo tienes que saber cómo hacerle frente.

La calificación es la serie de entrevistas, entrega de información y diferentes pruebas que la compañía aseguradora requiere a quien le solicita un seguro de vida. A lo largo de ese proceso, la aseguradora va evaluando los riesgos que asume si da una póliza de vida a la persona solicitante. Si considera que los riesgos son excesivos, puede denegar el seguro, o imponer primas más elevadas.

Esta etapa puede ser muy breve, en el caso de los seguros a término, por ejemplo, o durar incluso meses con algunos seguros permanentes. Y con este tipo de pólizas, también puede ser una etapa repetitiva: la persona aspirante al seguro puede pasar por las mismas pruebas o pasos más de una vez.

En ese camino, deberá superar entrevistas en las que se le preguntará sobre sus hábitos, costumbres, estilo de vida, situación económica… Se trata de identificar posibles factores que incrementen el riesgo que asume la compañía.

Y, por supuesto, es necesario responder a preguntas sobre el estado de salud y, en muchos casos, someterse a exámenes médicos. Precisamente son las pruebas médicas lo que más asusta a las personas que buscan un seguro de vida: muchas creen que su salud no superará los exigentes test facultativos. Y, sin embargo, la mayoría de las personas supera esos exámenes (y para quien no lo haga, se puede recurrir a seguros que no necesitan exámenes o a seguros de vida de aceptación garantizada).

Sin miedo a los exámenes médicos

Desde luego, las pruebas médicas son un obstáculo notable. Lo más importante para superarlas es no mentir y actuar con total sinceridad. Ocultar o manipular la información que se da a la aseguradora en el proceso de calificación es el mayor error que se puede cometer al contratar un seguro de vida .

A partir de ahí, encontramos unos consejos útiles para superar fácilmente la calificación:

  • Ofrece toda la información posible. No escondas nada y entrega toda la información que te pida la aseguradora: información económica, datos sobre otros seguros que tengas, registros médicos, tratamientos que hayas recibido. Cuanta más información tenga a compañía de seguros, más rápidamente podrá evaluar tus riesgos y tomar una decisión.
  • Cambia los hábitos perjudiciales. Si fumas o abusas del alcohol o las drogas, puede que tengas un obstáculo importante para acceder a una póliza de seguro de vida. Deja esos hábitos cuanto antes y verás cómo tus opciones mejoran.
  • Revisa tu estado de salud. Si tienes tus propios informes médicos –o si puedes conseguir segundas opiniones- puedes rebatir las opiniones de los doctores que contrate la aseguradora. De esa forma, puedes esquivar un dictamen desfavorable. Muchas veces, una condición médica preexistente ha remitido o desaparecido y es necesario aportar pruebas de ese cambio.
  • Reduce tus aficiones extremas. Si tus temores ante la calificación se deben a que practicas actividades de riesgo, como la escalada, el buceo o el paracaidismo, explica bien a la compañía lo que haces. Deja claro cuántas veces practicas deportes extremos, si lo haces solo o en compañía, si tienes experiencia, si tienes licencia federativa, cual es la calidad de tu equipamiento… Cuanto mejor expliques tu vinculación al deporte y tu dominio del mismo, más tranquila estará la compañía de seguros.
  • Evalúa tus necesidades de cobertura. Muchas personas obtienen un rechazo por parte de la aseguradora simplemente porque piden una cobertura mucho mayor de la necesaria o muy por encima de lo que se pueden permitir. Para evitar este problema, calcula muy bien cuánto dinero necesitan los tuyos para seguir adelante si faltas (o si falta la persona que aporte los ingresos). Es posible que solo necesites cubrir un periodo concreto, como la infancia o la etapa escolar de tus hijos. Para eso, podrías contratar un seguro a término, que es mucho más fácil de conseguir que un seguro permanente.

Simplemente siguiendo estos consejos, ya se logra allanar mucho el camino hacia un seguro de vida. Aun así, también es muy importante saber elegir el producto más conveniente. No todos son igual de accesibles y algunos son realmente difíciles de alcanzar.

Tipos de seguros para calificar rápidamente

Otra forma de superar fácilmente los procesos de calificación es contratar seguros que no pongan demasiados problemas para ser concedidos. La primera opción es recurrir a los seguros temporales o a término. Este tipo de pólizas son muy accesibles, porque su duración está limitada: vencen en 5, 10, 15, 20 ó 25 años. Al acotar el periodo de vigencia, las aseguradoras reducen notablemente el riesgo que asumen, por lo que ponen menos trabas para acceder a estas pólizas de vida a término. Además, las primas que se pagan son mucho más bajas, aunque también son menores las coberturas. Un tipo de seguro a término muy utilizado es el denominado de suscripción acelerada.

Si optas por un seguro permanente, tendrás más ventajas: mejores coberturas e indemnizaciones para tus beneficiarios y la posibilidad de generar un ahorro a través del llamado Valor en efectivo de un seguro de vida. A cambio, las primas son elevadas y la calificación, muy exigente. Aun así, tienes opciones para acceder fácil y rápidamente al disfrute de la póliza de seguro de vida permanente. Las más interesantes son estas:

  • Seguro de vida de aceptación garantizada. Estas pólizas, como su nombre indica, tienen una gran ventaja: no hay rechazo prácticamente en ningún caso. El problema que tienen es que las primas son elevadas y las coberturas, bastante limitadas.
  • Seguro de vida sin exámenes médicos. Hay pólizas que no requieren exámenes médicos. Además de los de aceptación garantizada, son los seguros de vida de emisión simplificada y los de beneficio por fallecimiento nivelado o graduado. En la mayoría de estos casos, las primas son elevadas y las indemnizaciones, bajas.
  • Seguro de vida para muerte por accidente. Una alternativa interesante es contratar un seguro de vida que solo cubre la muerte por accidente. Es decir, permite recibir una indemnización a los beneficiarios cuando la persona asegurada muere de forma accidental y quedan fuera las causas de muerte naturales y por enfermedad.
  • Seguro de gastos finales. Los seguros de expensas finales se contratan para costear los funerales de la persona asegurada. No son caros y la indemnización que dejan es pequeña y debe destinarse a pagar entierro, pompas fúnebres, traslados… Es importante, porque en Estados Unidos los funerales pueden resultar muy caros.

Como ves, no es tan difícil acceder a un seguro de vida. Solo tienes que intentarlo y, si sigues los pasos correctamente, lo más probable es que alguna aseguradora te conceda uno. Empieza a pedir información a través de las herramientas de cotización de seguros y, después, afronta la calificación para el seguro de vida de la forma más fácil.

Comparte tu opinión