Seguros de vida escalonados: ahorra con una estrategia de ‘laddering’

¿Te gustaría ahorrar dinero y disfrutar al mismo tiempo de una buena cobertura de seguro de vida? Pues deberías utilizar una estrategia de escalonado, lo que en inglés se denomina ‘ladder’ o ‘laddering’.

Gracias a esta técnica, podrás utilizar varios seguros simultáneamente, de forma que unos cubran lo que otros no alcanzan. Así, con menos gasto, podrás disponer siempre de una cobertura de primer nivel.

Seguros de vida escalonados: ahorra con una estrategia de ‘laddering’

En este artículo analizamos qué es la estrategia de escalonado y por qué te puede interesar. Sigue leyendo y descubre cómo puedes utilizarla para ahorrar dinero con tu seguro de vida.

Seguros de vida escalonados: Qué vas a encontrar en este artículo

Seguros de vida y ahorro, una relación posible

Mucha gente piensa que un buen seguro de vida debe ser caro. Y en general es una idea equivocada, porque se puede ahorrar en el seguro de vida y tener una buena cobertura al mismo tiempo. Es una cuestión de aplicar la inteligencia, revisar bien las posibilidades y diseñar una estrategia, como la de escalonado de seguros de vida.

En ocasiones, ahorrar con un seguro de vida es tan fácil como contratarlo cuando todavía se es joven y la esperanza de vida es muy alta. O tan fácil como cuidarse más: dejar de fumar, reducir el peso, eliminar alguna dolencia, evitar hábitos o aficiones peligrosas… Y también se puede conseguir aprovechando bien los descuentos que hacen las aseguradoras en función de la cobertura contratada, o contratando un seguro grupal, que es más barato que uno personal.

Por tanto, hay muchas formas de ahorrar costos con el seguro de vida. Pero lo más inteligente es planear una buena estrategia que, desde el primer momento, garantice coberturas plenas, con indemnizaciones sustanciosas, a precios más asequibles. Para diseñar una de estas estrategias, te recomendamos que, además de leer cuidadosamente esta información, cuentes siempre con la ayuda de un experto.

Entre las muchas posibilidades atractivas para llevar a cabo uno de estos diseños está el escalonado de seguros, que en inglés se denomina ‘ladder’ o ‘laddering’. Es una buena forma de ahorrar, pero, como siempre al contratar seguros de vida, hay que plantearse dos preguntas: ¿qué cobertura necesito ahora? y ¿qué cobertura voy a necesitar dentro de 20, 30 ó 40 años? En muchas ocasiones, sucede que las necesidades a largo plazo varían y pueden ser mucho menores que las que se tienen al principio. Esto sucede porque la situación de las familias cambia: los hijos crecen, se vuelven independientes y, si tú faltas, ya no sienten económicamente esa pérdida. Por eso, puede que el seguro que tengas contratado por entonces tenga una cobertura innecesariamente elevada y estés pagando por él más de lo que necesitas. O también puede suceder lo contrario, que te haga falta una cobertura mayor y tú tengas un producto que no ofrezca indemnizaciones como las que precisaría tu familia si falleces.

Qué es el `laddering’ o escalonado de seguros de vida

Para garantizar que siempre se tiene la mejor cobertura al mejor precio posible, la estrategia de escalonamiento o ´laddering’ es una gran solución. Se basa en la idea de los peldaños: cada uno de ellos cubre un tramo de la escalera, un momento concreto y una necesidad. Por separado, pueden ser insuficientes, pero juntos constituyen una unidad que funciona de manera coordinada y trabaja con un fin claro.

En concreto, se trata de contratar varios seguros similares, pero con características diferenciadas. Lo habitual es utilizar seguros de vida temporales o a término, que tienen una duración concreta: 5, 10, 15, 20, 25 ó 30 años. Estos seguros a término son más baratos, porque al tener la duración limitada, las aseguradoras asumen menos riesgos y pueden ofrecer mejores primas manteniendo buenas indemnizaciones.

Además, los seguros temporales tienen otra gran ventaja: como los riesgos son más bajos, el acceso es más sencillo. La calificación para el seguro de vida a término es una de las más fáciles de todas y mucho más sencilla que la calificación que exige la compra de un seguro de vida permanents.

Por tanto, la estrategia de ‘laddering’ se construye sobre los seguros de tipo temporal. Básicamente, se compone de las siguientes características:

  • Calcula cuánto necesitas. Si a largo plazo vas a necesitar menos cobertura, harás bien en contar con el escalonamiento.
  • Compra varios seguros temporales superpuestos. La idea es que construyas una escalera temporal. Por ejemplo, si tus necesidades son más importantes a corto plazo, contrata un seguro temporal a 10 años por una buena cobertura. Por ejemplo, 500.000 dólares.
    Además, contrata otro a 20 años con una cobertura intermedia (sobre 300.000 dólares) y una tercera póliza con una duración de 30 años y una cobertura más baja, acorde con lo que vas a necesitar cuando haya pasado ese tiempo, que pueden ser 200.000 dólares.
    Al tener una cobertura menor, este seguro será bastante barato a pesar de su larga duración y de que, en total, suma hasta un millón de dólares de cobertura en los primeros años. Es decir, si falleces antes de que la póliza de 10 años caduque, la indemnización total sumará un millón. Después, irá bajando a medida que las pólizas pierdan vigencia.
  • Primas más bajas. Si haces la comparación entre cuánto te costarían las primas mensuales de un seguro de vida a 30 años y cobertura de un millón, te darás cuenta de que te resultaría mucho más caro que construir esa estructura de seguros superpuestos con primas más bajas, tal y como se ha descrito en el punto anterior.
  • Ahorro importante. Gracias a ese ahorro mensual, a 30 años vista habrás ahorrado una elevada cantidad de dinero. Por ejemplo, para una cobertura compuesta de un millón de dólares (500.000 dólares en el primer tramo, 300.000 en el segundo y 200.000 en el último), podrías ahorrarte en torno a 13.000 dólares a lo largo de esas tres décadas.

Una combinación también interesante es contratar una póliza de seguro ordinarios de vida o tradicionales, también llamados de vida completa, que no resulte muy cara, con una cobertura baja. Ese producto puede ser el encargado de dar protección a largo plazo (de hecho, sin límite, hasta la muerte del asegurado), mientras que los lapsos temporales más inmediatos se cubren con pólizas temporales de corto plazo, como en el ejemplo anterior. La ventaja de esta estrategia de escalonamiento que mezcla seguros temporales y permanentes es que siempre habrá una póliza en vigor, con lo que se garantiza una indemnización. Además, el seguro permanente genera un valor en efectivo, que a largo plazo también es una forma de ahorro. A cambio, el precio de las primas puede ser más alto, porque los seguros permanentes son más caros. Y también son más difíciles de lograr, debido a que sus calificaciones son más exigentes.

Todavía hay una variante más puede ayudarte a salvar este escollo de las duras calificaciones de los seguros permanentes: en cualquier momento puedes convertir tu seguro temporal en un seguro permanente. Por ejemplo, en ese seguro de vida tradicional que forme parte de tu estrategia de escalonado de seguros.

Problemas que presenta una estrategia de escalonado

Aunque a priori pueda parecer que un escalonado de seguros de vida es una solución perfecta para ahorrar, debes tener en cuenta que también esconde algunos inconvenientes. Los más importantes son estos:

  • Más complicado de gestionar. No es igual contratar una única póliza y dejarla tranquilamente en un cajón sin preocuparse por ella que tener varias y tener que estar pendiente de su evolución, sus caducidades y sus especificaciones. Además, es necesario explicar más cosas a los beneficiarios, porque tendrán que hacer frente a más trámites a la hora de cobrar una posible indemnización.
  • Más gastos. Una póliza siempre tiene algunos gastos asociados. Comisiones, corretajes y otros costes fijos que, lógicamente, se multiplican al tener más de una póliza.
  • La inflación. Ten en cuenta que a largo plazo la inflación puede hacer que lo que hoy te parece una gran suma no sea tan grande tras 30 años. Calcula muy bien cuánto más a necesitar pasado ese tiempo.
  • Cambios en tu vida. Como nunca se sabe qué va a pasar, puede ser que tus planes estén mal trazados y, después de 30 años, tu familia siga siendo muy dependiente de tus ingresos. Para garantizarles una cobertura en esas circunstancias, lo mejor es que recurras a una estrategia de escalonado combinada, como la que hemos visto más arriba que mezcla un seguro permanente con varios temporales.

Como ves, hay mucho que tener en cuenta al diseñar una estrategia de escalonado o ‘laddering’ para ahorrar dinero con tu seguro de vida. Por eso te recomendábamos al principio de este artículo –y te recordamos ahora- que es importante contar con la ayuda de un agente de seguros. Con él, podrás elegir mucho mejor las pólizas que se combinarán en tu estrategia.

Ten en cuenta también que esta idea del escalonado no sirve para todo el mundo. Si no tienes claras cuáles van a ser las necesidades de cobertura de tu familia a largo plazo, quizá sea mejor que optes por fórmulas más conservadoras para tener tu seguro de vida.

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